Tlaxcala busca la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial para las corridas de toros

Los Diputados Mildred Murbartián Aguilar y Rafael Zambrano Cervantes, integrantes de la LX Legislatura del Congreso del Estado, solicitaron al pleno se apruebe el proyecto que declare a la “fiesta de toros patrimonio cultural inmaterial del Estado de Tlaxcala”. Petición que podría ser aprobada este miércoles 25 de abril.

Tlaxcala es uno de los 31 estados que, junto con el Distrito Federal, conforman las 32 entidades federativas de México.

Esta solicitud la hicieron en base a la petición realizada por el ciudadano Manuel Camacho Higareda en la que sustenta que las corridas de toros “junto con otras tradiciones y costumbres, son producto de la mezcla cultural que dejó a Tlaxcala el sello de dos sociedades muy distintas, pero identificadas por el gozo de las fiestas y el riguroso celo del respeto a las prácticas culturales de los pueblos español y mexicano”.

En la exposición de motivos, la petición indica que Tlaxcala “desde su fundación y asentamiento prehispánico, efectuada por tribus nómadas chichimecas sobre los llanos de Poyauhtlán y Cohuatlichán, en épocas de plena conquista española, fueron testigos fieles de los feroces combates entre ambas culturas hasta que diera lugar el pacto de paz con Hernán Cortés”.

Destaca en ello también las construcciones de edificios prehispánicos que a día de hoy se conservan en la ciudad “con singular valor arquitectónico de los siglos XVI, XVII y XVIII, destacando una notable plaza de toros Jorge ‘El Ranchero’ Aguilar, enclavada dentro del Conjunto Conventual y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, justo a espaldas de la antigua Capilla Real, considerada como la primera construida en América”.

Se enfatiza que en Tlaxcala, se instaló la tauromaquia y también la crianza del toro de lidia y el desarrollo de su conocimiento, contando en la actualidad con 37 ganaderías dedicadas a la crianza de bravo; además de las manifestaciones artísticas relacionadas con esta actividad, como la pintura, escultura, literatura, entre otras. Y que, como sucede en otros países donde se practica, es considerada “parte integral de la cultura nacional y definida como un arte, según el diccionario de la Real Academia Española”.

Que desde la primera corrida de la que se tiene conocimiento en Tlaxcala “con motivo de la victoria del ejército español sobre los moros, hubo demostraciones de júbilo, tanto en la Noble República de Tlaxcala -su nombre oficial en esos tiempos- como en la Ciudad de México por aquellos triunfos del ejército español”.

Prueba de todo ello es, además del número de ganaderías, la cantidad de toreros y subalternos que Tlaxcala ha dado al mundo, posicionando el Estado a nivel nacional e internacional con su presencia y trayectoria. Es el caso de Jorge “El Ranchero” Aguilar, Fernando de los Reyes “El Callao”, Gabino Aguilar, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Rafael Ortega, Uriel Moreno “El Zapata”, José Luís Angelino, quienes marcan el camino por el que esperan transitar nuevas generaciones de niños y jóvenes toreros que se preparan en las tres escuelas taurinas vigentes en el Estado.

No menos importante es la mención que se hace en la exposición de motivos de las concesiones de los distintos servicios ajenos a la plaza antes, durante y después de la corrida; los gastos que turistas u otros ciudadanos realizan en torno al hecho en sí de la corrida; aquellos otros dependientes del mundo de la información o de las artes y la cultura.

La petición de declaración PCI del Estado de Tlaxcala ha sido objeto de análisis, discusión y promoción entre universitarios, investigadores y expertos del II Coloquio Internacional la Fiesta de los Toros celebrado en esa ciudad en enero pasado, con 29 participantes provenientes de Ecuador, España, Francia, México y Venezuela. Evento promovido por el gobierno estatal a través del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino, con mesas de trabajo sobre los componentes culturales de la tauromaquia, el aporte ecológico de las ganaderías bravas, la realidad actual y la evolución deseable de la Fiesta y la reflexión de los motivos que justifican el reconocimiento de la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial en cada uno de los ocho países con tradición taurina – reconocimiento logrado en Francia en 2011 – y, a nivel internacional, por parte de la UNESCO.

El colofón de todo ello fue la firma del protocolo denominado “Declaración de Tlaxcala”, documento que adjuntó el Ciudadano Manuel Camacho Higareda a su petición, avalada al menos por 1,793 firmas de apoyo.

Concluyen los motivos argumentando que la fiesta de los toros está estrechamente ligada a la celebración de la tradicional Feria anual de Tlaxcala Capital y las fiestas Patronales en el Estado, constituyendo uno de los elementos fundamentales de los festejos y que el serial taurino ha dado presencia y renombre al Estado en el mundo taurino.