En estos primeros días de “feria”, hemos notado que la organización de la misma sigue teniendo muy graves errores, esta vez nos referimos en cuanto a transito, ya que vemos que las calles que se utilizan para el desvió de vehículos que van de paso (la gran mayoría), se les dificulta ubicar el camino que los lleve a reincorporarse a la carretera a sus destinos, ya que se puede ver que solo se cerraron calles por cerrarlas, sin ninguna planeación, carente de señales, solo se topan con policías que lo único que saben decir es “NO HAY PASO” y en muchos casos lo hacen en un tono déspota sin brindarle ayuda a aquellos que solo van de paso y desconcertados por no conocer todas las vías del pueblo, solo van siguiendo a los demás autos en busca de su camino, o en su caso esperando que algún ciudadano del pueblo les brinde ayuda porque no hay ningún señalamiento que los oriente.
Sin embargo esto no es todo lo que tiene que soportar, sumémosle carreteras cerradas por construcción (salida a Apan), un libramiento inoperante, calles donde se tiene que ir a vuelta de rueda porque están en pésimas condiciones, etc., es por esto que resulta un triunfo el poder pasarlas, porque en muchas de ellas circulan los camiones y transporte público que van parando en cada esquina, ante la complacencia de los policías y en ausencia de los de transito, esta travesía se vuelve todo un calvario.
Un ejemplo del caos vial que tenemos en esta feria, es la calle Álvaro Obregón, que sirve como una de las vías principales para cruzar (literalmente) el pueblo, no pensaron en que si esta calle iba a servir de flujo principal, por lo menos en este tiempo de feria el transporte público (atah y teotihuacanos) no pasara por esta calle y lo hicieran una calle abajo, ya que estas dos líneas de autobuses hacen paradas justo en la esquina donde desvían el trafico, ahí comienza la desesperación de los automovilistas, en fin, todo esto en conjunto provoca la desesperación de la gente que solo va de paso y al mismo tiempo proyecta una mala imagen para los pocos turistas.
Y de la feria ... ya ni hablamos.
Sin embargo esto no es todo lo que tiene que soportar, sumémosle carreteras cerradas por construcción (salida a Apan), un libramiento inoperante, calles donde se tiene que ir a vuelta de rueda porque están en pésimas condiciones, etc., es por esto que resulta un triunfo el poder pasarlas, porque en muchas de ellas circulan los camiones y transporte público que van parando en cada esquina, ante la complacencia de los policías y en ausencia de los de transito, esta travesía se vuelve todo un calvario.
Un ejemplo del caos vial que tenemos en esta feria, es la calle Álvaro Obregón, que sirve como una de las vías principales para cruzar (literalmente) el pueblo, no pensaron en que si esta calle iba a servir de flujo principal, por lo menos en este tiempo de feria el transporte público (atah y teotihuacanos) no pasara por esta calle y lo hicieran una calle abajo, ya que estas dos líneas de autobuses hacen paradas justo en la esquina donde desvían el trafico, ahí comienza la desesperación de los automovilistas, en fin, todo esto en conjunto provoca la desesperación de la gente que solo va de paso y al mismo tiempo proyecta una mala imagen para los pocos turistas.
Y de la feria ... ya ni hablamos.
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