Enrique Peña Nieto fue el candidato que en general causó mejor impresión entre los participantes al ejercicio de medición de percepciones llevado a cabo por BGC y Grupo Imagen Multimedia entre un grupo de ciudadanos de diversos estratos sociales del Valle de México.
A diferencia del primer debate, en el encuentro de ayer, Andrés Manuel López Obrador tuvo un desempeño más bien plano, poco vistoso y Josefina Vázquez Mota siguió sin despertar particular simpatía a su discurso.
A diferencia del primer debate, en el encuentro de ayer, Andrés Manuel López Obrador tuvo un desempeño más bien plano, poco vistoso y Josefina Vázquez Mota siguió sin despertar particular simpatía a su discurso.
El inicio del debate fue flojo en el impacto a la audiencia. Sólo Peña Nieto logró un saldo positivo al decir que su propósito de gobierno será que la gente gane más y le alcance más. López Obrador no entusiasmó con los puntos que propuso para lograr la transformación de México.
En tanto, Gabriel Quadri tampoco logró llamar la atención como en mayo con su crítica a los políticos. A Vázquez Mota no le benefició hablar de que México está mejor que antes y sobre todo le perjudicó afirmar que con su opción habrá más paz.
En el tema de política y gobierno, la candidata panista no consiguió una respuesta particularmente positiva con su ejercicio de imaginación sobre los candidatos. Después gustó más cuando desarrolló sus propuestas sobre reforma política, democracia participativa y fin al fuero a políticos.
Peña Nieto fue más estable en atraer la simpatía a sus diagnósticos sobre la falta de correspondencia entre democracia y bienestar y, sobre todo, al detallar las medidas que impulsará de ser Presidente (reforma energética, bajar tarifa de la luz, eliminar legisladores).
López Obrador siguió sin causar significativo impacto ni al hablar de la falta de crecimiento ni al exponer sus propuestas para impulsarlo a través de combatir la corrupción, bajar los sueldos de la alta burocracia y terminar con los privilegios fiscales. Su mejor momento fue cuando propuso bajar el precio de la luz y la gasolina.
En este apartado, Quadri empezó a tener mejor respuesta de la audiencia al hablar de no criminalizar a las mujeres en el caso del aborto y finalizó con una respuesta bastante positiva sobre sus iniciativas para combatir la corrupción.
En el capítulo de México en el mundo, Peña Nieto se afianzó como el que mejor reacción causaba, seguido por Quadri en ese sentido. El discurso del abanderado priista fue bien recibido en sus diversas intervenciones en este bloque.
En tanto, López Obrador continuó sin causar impacto relevante salvo cuando habló de sus propuestas educativas. Baja receptividad tuvo la intervención de Vázquez Mota en el tema de los migrantes y en general le costó trabajo atraer una atención positiva hacia su postura en política exterior.
Para el último apartado, el de desarrollo social y sustentable, la reacción de los participantes mantuvo la tónica que ya se percibía. Peña Nieto causaba buena impresión tanto al referirse a sus medidas para erradicar la pobreza alimentaria, como al hablar de la seguridad social y la educación.
Vázquez Mota y López Obrador no se ganaban destacadamente el gusto de la audiencia. Mientras que Gabriel Quadri causó menor impresión positiva que en otros segmentos.
El cierre lo ganó el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, pues casi toda su intervención causó simpatía.
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal Andrés Manuel López Obrador finalizó como empezó, es decir, sin generar una impresión destacable entre la audiencia.
Al igual que en el primer debate, la panista Josefina Vázquez Mota terminó provocando reacciones más negativas. Quadri cerró sin fuerza como para impresionar a los participantes.
Los ataques de los candidatos a sus adversarios casi no tuvieron un impacto relevante. De las numerosas críticas que hizo Josefina Vázquez Mota a sus oponentes, éstas rara vez lograron una reacción favorable (como cuando dijo que un voto por Gabriel Quadri es un voto por la familia Gordillo) y hacia el final del debate más bien le generaban antipatía.
Ni siquiera su referencia contra Peña Nieto sobre el incidente en la Iberoamericana, al afirmar que no se quiere un gobernante que se refugie en el baño movió a los participantes en su favor. La alusión de la panista a la restauración del PRI bajo dos caras con Peña Nieto y López Obrador pasó con bastante indiferencia. Las respuestas a los ataques tampoco fueron muy celebradas, aunque la foto que mostró Quadri donde aparecen Elba Esther Gordillo y Vázquez Mota en plan amistoso fue bien aceptada.
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