Un Campesino descubrio en el interior de una barranca los restos fósiles de un mamut.El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya realizó un recorrido por la zona y confirmó que se trata de restos óseos fósiles de paleofauna, mismos que por las condiciones climáticas y corrientes de agua ya presentan señas de destrucción.
Así lo señala el dictamen de reconocimiento arqueológico realizado por Ramón Santacruz Cano, arqueólogo investigador adscrito al Centro INAH Tlaxcala.
Los restos fueron descubiertos por el campesino Emilio Luna en la comunidad de Atotonilco en el fondo de dos barranquillas que forman parte de un sistema natural de agua de temporal que en época de lluvia desembocan en el rio Zahuapan.
La historia empezó cuando Emilio Luna acudió de mañana a trabajar su parcela de avena, después de unas horas bajó a la barranca situada a un lado de su propiedad con la finalidad de beber agua, al acercarse al río se asombró por lo que la lluvia de la noche anterior en el valle había dejado al descubierto.
"Yo estaba trabajando mi parcela, me dio sed y me vine a tomar agua, había un charco de agua y que veo que cosa es eso, híjole, pues un resto de mamut que esta aquí; no, si vi una cosa bonita de veras y esto cuantos miles de años tendrá esa cosa, pos si le da a uno gusto encontrar una cosa de esa porque eso no se ve pues cuando era un pedazo de hueso grande", relató.
Ante el hallazgo, decidió recorrer la barranca en su interior para encontrar más restos óseos, pues el sitio corresponde a un sistema de causes naturales que descienden a la ciudad de Tlaxco, entre los cerros conocidos como las "Peñas de Tecomalucan", "Peña de los capulines" y "Cerro de las Mesas". Su tenacidad lo llevó a localizar otro yacimiento de características similares.
"Yo encontré esos huesos y allá abajo a donde pasamos igual estabas más grande, esto estaba mucho más lo que se veía, pero a través del tiempo el agua se lleva toda esa cosa y ya no se ve ahorita nada más esta ese poquito, ora al rato eso se va a tapar con el agua, por eso yo pensaba que se sacara ese pedazo de hueso".
En la propuesta de rescate arqueológico elaborada por el INAH, el arqueólogo Ramón Santacruz manifiesta que la prontitud de extracción podrá evitar el deterioro de los restos fósiles al ser expuestos a los elementos del medio ambiente, además de su acción erosiva ya que ambos yacimientos se encuentran próximos al cauce de agua.
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