Existen en México, Buenas Prácticas para detener el desastre climático mientras que los países industrializados no deciden implantar las soluciones rápidas y coherentes para evitar los cambios destructivos que origina el hombre en la naturaleza. El siguiente artículo es una experiencia personal en Tlaxco, Tlaxcala.
En entrevista exclusiva, concedida para AGROMILENIO, Alejandra Caballero, directora del Proyecto San Isidro, Educación Permanente, S.C., explica cómo nació esta Buena Práctica.
“Proyecto San Isidro, Educación permanente, es una Buena Práctica de vida. La historia empieza con mis padres que deciden restaurar varias hectáreas de tierras erosionadas, localizadas en Tlaxco, Tlaxcala, a unas 3 horas del Distrito Federal, y educar a sus hijos de una manera diferente Crecimos con la esperanza y visión de convertir estas tierras deforestadas en bosques, y lo hicimos. Mucha gente empezó a visitar el lugar para ver qué y cómo le hizo nuestra familia”, afirma Alejandra Caballero, también coordinadora de los talleres que se imparten a todo público que desea “ecologizar” su vida, casa, departamento o mansión.
Cuando vieron que ya los visitaba mucha gente, crearon talleres para difundir la Permacultura, la bioconstrucción, la restauración de suelos y campamentos para niños; fue formalizar lo que hacían diariamente y así Alejandra Caballero junto con su esposo Francisco Gómez Rábago, investigador del CIISDER-UAT, constituyeron el Proyecto San Isidro: educación permanente, Sociedad Civil.
¿Cuánto tiempo llevan con los cursos?
“Llevamos 22 años impartiéndolos. Empezamos con Permacultura y después creamos muchos con otros temas. En mi caso, desde que salí de la universidad, me dedico a construir casas naturales y uno de los temas más fuertes es la Bio-construcción; así pues, llevamos mucho tiempo trabajando con talleres de Bioconstrucción y Reconstrucción de suelos que es el otro más fuerte”, dice la directora del Proyecto San Isidro…”
¿Cuáles son los otros que imparten?
Enumera cinco que, en conjunto, forman un Diplomado en Bioconstrucciones en proceso de acreditación) y son: Bioconstrucciones: construyendo con la naturaleza, Ecologización de casas convencionales, Construcción de adobe y bóvedas nubianas, Techos naturales y Pisos, pintura y acabados de las casas naturales. Además, Restauración de suelos, con vocación forestal; también, Campamentos de educación ambiental en escuelas y talleres de cocina vegetariana, más el Taller Anual ¿”Cómo construir un proyecto transgeneracional”?, que resume la experiencia de la familia.
“El chiste, agrega Caballero, es que todo lo que hemos aprendido como Buenas Prácticas no sólo se quede en nuestra generación sino que trascienda a varias de otras familias”.
Relátanos un caso de éxito
“Uno de tantos, por ejemplo, las estufas solares . Para nosotros es importante que el ahorro de energía empiece desde la comida. Cualquier persona, con o sin mucho dinero, puede hacer una “estufa solar” con unas cajas de cartón y un aislante que puede ser ropa vieja y un pedazo de vidrio; un cartón negro y un pedazo de papel aluminio; así, ahorramos mucha energía. Es muy fácil cocinar arroz, frijoles y hasta un rico postre de manzanas, con un muy significativo el ahorro de gas, ahorro de emisiones a la atmósfera de bióxido de carbono, entre otros ”, agrega la directora.”
¿Contribución del Proyecto San Isidro para comer bien?
“Sabemos que producir proteínas animales es muy caro; la carne tiene un costo ambiental muy alto. Entonces, nuestra propuesta es bajar el consumo de carne, tener un consumo más racional de proteínas, ya que una parte de la sociedad está hiperproteinizada, mientras que la otra consume muy pocas”, responde Caballero durante la entrevista que se realiza en una hermosa casa construida con adobe.”
¿Qué opinas de la globesidad?
“La educación es básica; ingerimos exceso de azúcares y grasas y por ello México tiene el triste segundo lugar de obesidad en el mundo. El mexicano “se llena” con proteínas y azúcares vacíos que le acarrean enfermedades graves. Por lo que invitamos a la gente que venga a visitarnos en Tlaxco para que se reencuentre con su paladar y con los sabores propios de las verduras, de las hortalizas y así descubrirá el gusto que se pierde cuando las papilas gustativas están saturadas de conservadores, azúcares y colorantes. Aquí, a nuestros alumnos, les enseñamos a encontrar esos sabores y a reencontrar ese placer de comer sin compulsividad, sin estrés que dan como resultado la obesidad. Debemos conjugar el gozo de comer algo delicioso y brindarle alimentos saludables a nuestro cuerpo y, por lo tanto, devolverle la salud a nuestro planeta”, expresa con seguridad la directora de Proyecto San Isidro.
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