Luego de que la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, anunciara que a partir del domingo se incrementaría hasta en 4 pesos el kilogramo de este alimento básico, en Tlaxcala los expendedores de los mercados municipales inmediatamente aplicaron el cambio, a diferencia de los que están situados en la locales fuera de esos centros de consumo, donde todavía costaba 9 pesos.
El lunes, todos los consumidores en su totalidad se despertarán con un nuevo golpe a sus bolsillos, pues el alza ya será generalizada, aunado a que las tortillas hechas a mano son todavía más caras; en esta entidad el kilo de esta producto es de 9 pesos, sin envoltura.
Los industriales de la masa y la tortilla de Puebla y Tlaxcala, fueron notificados a lo largo del domingo por parte de la Unión Nacional, para que ajustaran sus precios a pesar de que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señalaba la inexistencia de justificación alguna para aumentarlos.
Entre los argumentos de los tortilleros se encuentran el incremento gradual de insumos como la gasolina, diesel y gas, principalmente, así como energía eléctrica, sin contar con el pago de impuestos u otras obligaciones por ser comerciantes establecidos.
Esto ha mermado sus márgenes de ganancias y afectado a muchos patrimonios familiares, así como obligar al despido de muchas personas porque el negocio ya no es tan sustentable, específicamente de los comercios pequeños y medianos.
La tortilla es uno de los alimentos básicos en la dieta de los mexicanos y en los que se nota directamente la afectación en los bolsillos.
Este aumento se sumará al último “gasolinazo” del año y al del pasaje del transporte público que subió de 4.50 a 5.50 pesos hace menos de un mes.
El lunes, todos los consumidores en su totalidad se despertarán con un nuevo golpe a sus bolsillos, pues el alza ya será generalizada, aunado a que las tortillas hechas a mano son todavía más caras; en esta entidad el kilo de esta producto es de 9 pesos, sin envoltura.
Los industriales de la masa y la tortilla de Puebla y Tlaxcala, fueron notificados a lo largo del domingo por parte de la Unión Nacional, para que ajustaran sus precios a pesar de que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señalaba la inexistencia de justificación alguna para aumentarlos.
Entre los argumentos de los tortilleros se encuentran el incremento gradual de insumos como la gasolina, diesel y gas, principalmente, así como energía eléctrica, sin contar con el pago de impuestos u otras obligaciones por ser comerciantes establecidos.
Esto ha mermado sus márgenes de ganancias y afectado a muchos patrimonios familiares, así como obligar al despido de muchas personas porque el negocio ya no es tan sustentable, específicamente de los comercios pequeños y medianos.
La tortilla es uno de los alimentos básicos en la dieta de los mexicanos y en los que se nota directamente la afectación en los bolsillos.
Este aumento se sumará al último “gasolinazo” del año y al del pasaje del transporte público que subió de 4.50 a 5.50 pesos hace menos de un mes.
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