Pero lo que mal empieza mal
acaba. A Ernesto Muñoz se le olvidó que
el ya no era presidente, sin embargo, actuaba como tal, la designación del nefasto
profesionista, Octavio Sosa, se le debe a él. Un día antes de que tomara
protesta su hija, él junto con su hijo Gildardo Muñoz, fueron a ofrecerle la
Secretaria General a este pseudo profesionista. Pésima decisión, que a la
postre condujo al secretario a tener una actuación muy gris, resolviendo sus casos,
en la misma secretaría, dejando a un lado sus deberes. En los últimos días,
Octavio Sosa le mentó la madre a Joaquín Salinas, y nadie dijo nada, Rosalinda
calló y pues el “interino”, no mueve un dedo si ésta no le ordena hacer o decir
algo. Octavio goza de impunidad.
Otra decisión de Ernesto Muñoz, fue
traer como director de seguridad pública a un notable “recomendado” de un padre
de la confianza de la familia Muñoz Sánchez, Luis Alfonso Bedolla Chávez, de
obscuro pasado, quien durante todo el periodo gozó de impunidad, abusó de su
poder, castigó a diestra y siniestra a sus subordinados, los humilló, sin embargo,
Rosalinda y Ernesto, lo protegieron, aun con los reclamos generalizados de la
ciudadanía, que siendo sinceros, poco les importa.
Se supone esta semana ponían fin
a dicha pesadilla, ojalá y haya sido cierto y no solo sean rumores de mala fe.
Bedolla Chávez se debe ir, de un lugar que nunca debió ocupar.
Ernesto Muñoz y Alberto Sánchez De
Gante se pusieron de acuerdo para “comprar” la primera regiduría a Alma Lucia
Arzaluz Alonso, quien por cierto, se ha apoderado del Partido del Tucán en
Tlaxcala. Derivado de dicha acción, ahora tenemos presidente “foráneo” y han
abierto las posibilidades para otro “foráneo”, este oriundo de la comunidad de
Cienega Larga, quién si hoy fuesen las elecciones, ganaría al dos por uno.
Al inicio del presente periodo
presidencial en el ámbito municipal, Rosalinda y su padre tomaron la decisión
de llenar su gabinete de gente “nueva”, sin cola que les pisaran, a excepción
de Vicente Rodríguez Arguelles, quien era el “patito feo” para los nuevos
funcionarios.
Dicha decisión resultó nefasta,
la gran mayoría han sido despedidos, unos por resultar un verdadero “fiasco” en
sus cargos y otros por oponerse a los berrinches de la “JEFA”, y los más por
los “miserables sueldos” que devengan los actuales coordinadores.
En resumen, Ernesto Muñoz y su
hija “consentida”, tienen otro proyecto, “PRImero Dios”, será Diputada, con o
sin estructura del PRI, como dice el señor Muñoz. La realidad tiene razón,
jugarán otra vez con el pueblo, comprando la “voluntad” de los ciudadanos
tlaxquenses, que se han ido olvido lo que dando de las promesas de Rosalinda:
uniformes en algunas comunidades, contratar a profesionistas de Tlaxco (algo
muy falso en la realidad), medias inscripciones en el nivel escolar básico, dar
obra pública a puro tlaxquense (las obras grandes al “maistro” consentido de su
papá, el bien llamado “Chiquilin”), entre otras promesas.
La realidad, es que PRImero está
el “ego” de la familia y luego el pueblo, quien confió en Muñoz Sánchez,
esperando un cambio radical, sin embargo, la realidad es otra. La presidencia se cae, y no hablo
de la construcción, que por cierto, está literalmente abandonada y no hay un
proyecto que salvaguarde las instalaciones; hablo del personal que labora en la
misma, comenzando por el mismo “presidente interino” quién para tomar
decisiones debe consultar a sus “Jefes”, quienes le dicen Qué debe decir, Dónde
puede acudir, A quién debe despedir, cuando la debe alabar, etc., lo mismo pasa
con las demás coordinaciones, todos deben consultar a su “jefa” y los vemos
saliendo de la casa de la presidenta “con licencia”, con los expedientes y con
las decisiones de ésta de apoyar o no apoyar, para ello, PRImero debe ver si es
priísta o si le puede dar votos, si es así, hay apoyo, si no es el caso, solo
se rechaza.
Esa es la realidad de nuestro
Municipio, esa es la realidad de un pueblo que permite y “aguanta” a dos o tres
familias que tienen el control de nuestro querido Tlaxco. ¿Hasta cuándo
despertaremos?
Si se permite la llegada de Jorge Rivera a la presidencia, tendremos otra familia más, los Rivera no soltaran el poder en Tlaxco durante 20 años o más, tiempo al tiempo...
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