No hay que darle vueltas, es verdad. El famoso factor 'mentalidad' ya viró, y muestra de ese nuevo 'disco duro' en el futbolista mexicano es su pase a la Final Olímpica.
En la llamada ciudad-catedral del futbol mundial el Tri se impuso 3-1 sobre Japón para desquitar la ofensa hace 44 años, cuando en los Juegos de México 68', en esta mismo etapa la victoria fue para el cuadro oriental. Llegó la hora de cobrar y el equipo que dirige Luis Fernando Tena lo hizo con creces.
Un poco más de 82 mil espectadores en el inmueble y millones por TV fueron testigos de una escuadra azteca con personalidad que espanta, regresando de un marcador adverso y sin darse nunca por vencida.
No fue fácil. Como sucede con todos los goles tempraneros, el golazo de Yuki Otsu apenas al minuto 11 sacudió el ánimo del equipo mexicano.
Hasta ahora se supo que los hijos del Sol Naciente pueden patear como brasileños: El goleador nipón toma un balón fuera del área y lo prende al rebote de diestra para tirar elevado y cruzado a segundo palo. Golazo.
Al 28, Giovani empujó afuera una pelota escurrida pero frente al marco no le pega de tres dedos y su "tirito" infame lo echó a un lado. No importó. Este ambicioso Tri fue por más. Casi de inmediato forzó un tiro de esquina cobrado por Giovani que en primer palo peinó "Chatón" Enríquez para que apareciera Fabián para empujar con la frente.
Al 33' 'Gio' tuvo otra pero quiso definir de lujo con "chanflecito" por encima del larguero. Demasiada crema para su café, pero lo rescatable fue el desparpajo.
Para el segundo tiempo, el 'Flaco' Tena intercambió a Dos Santos por Raúl Alonso Jiménez y la escuadra nacional no se desdibujó. Mantuvo la verticalidad y el toque.
Al 64', Oribe Peralta roba el esférico al defensa central Ohgihara en la salida. Condujo dos pasos y clareó a la media vuelta, en una anotación aparte de bella, trascendente.
Lo demás, fue la cereza en el pastel, cuando en el 92, luchando hasta el último instante con el cotejo resuelto el tercer gol logrado con riñones por Javier Cortés, en jugada individual en el área, soportando patadas y empujones hasta meterse con todo y balón dentro de la portería.
En efecto, hasta el más pesimista deberá reconocer el inicio de una nueva era, aquella que muchos soñamos pero siempre nos despertaba una pesadilla, la hora en que México comienza a ganarlo todo.
Por lo pronto, ahí está la racha en el último par de años, para quien desee consultarla: el segundo Campeonato Mundial Sub 17, el Título de la Copa Oro, la corona en Panamericanos, y ahora... Al menos, la Medalla de Plata en Londres 2012. Pero como ya la historia es otra, el Tri ya busca desde ahora, dentro de su flamante Memoria-RAM, la presea áurea que distingue al Mejor.
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