lunes, 28 de junio de 2010

Argentina derrota 3-1 a México, pese al golazo de 'Chicharito', y le impide jugar el ansiado quinto partido en una Copa del Mundo

JOHANNESBURGO, Sudáfrica, Jun. 27, 2010.- La Selección de Argentina fue certera, contundente, tras golear 3-1 a México en el Soccer City de Johannesburgo para avanzar a cuartos de final en el Mundial Sudáfrica 2010 con un Tricolor que se vio desahuciado con mucho tiempo por delante y con una bravía reacción de 'Chicharito' que no sirvió de mucho.

Carlos Tevez marcó el primero en una mala salida de Óscar Pérez, quien no logra quedarse con el esférico, al minuto 25. Al 33', Gonzalo 'Pipita' Higuaín marcó el segundo, de nuevo un error de los mexicanos, de Osorio, a quien le costó trabajo levantarse.

Ahora, Argentina enfrentará a Alemania en octavos de final el próximo 3 de julio. México, en tanto, deberá empacar sus cosas de regreso.

Un zapatazo imparable de Carlos Tevez parecía ponerle el último clavo al ataúd de México, al 52'; pero al 71', Javier Hernández hace un golazo por izquierda al quitarse a dos defensores y matar a Sergio Romero y le daba oxígeno al Tri, pero sobre todo, dignidad.

Inicio prometedor, de ensueño, con una Argentina dominada, encerrada en su cancha y con Sergio Romero a la expectativa de cualquier movimiento de los verdes y del traicionero Jabulani.

A menos de 10 minutos, México puso a vibrar a los argentinos, pero de temor, luego de un disparo de Carlos Salcido a los ocho minutos que pegó en el larguero, de inmediato Andrés Guardado le puso más presión a la olla, con un disparo desde los linderos del área que pasó apenas por un costado del marco argentino.

Duelo férreo, Gerardo Torrado trata de intimidar a Lionel Messi con una dura entrada, pero le perdonan la amarilla, mas la advertencia de Rosetti estaba lanzada. México continuó con la presión, pero la insistencia ha sido el mismo rezo en los últimos años por parte de la Selección Mexicana: dominio pero con carencia de gol.

Al minuto 25, una llegada de Carlos Tevez hizo que Óscar Pérez rechazara el balón, no logró quedarse con él, para que entonces Messi recentrara y Tevez marcara con la testa. Gol en fuera de juego, pero Rosetti, tras consultarlo con el juez de línea, lo da por bueno. No bastaron las enormes pantallas del Soccer City para revertir la situación. De nuevo se buscan culpables ajenos a los propios: el error arbitral.

México de nuevo debía hacer frente a las adversidades, el golpe anímico siempre ha sido duro y difícil de superar, la desconcentración salió a flor de piel con el error, monumental error de Ricardo Osorio, quien le dejó el esférico a Higuaín para que definiera cruzado.

México tardó en levantarse, Márquez, el capitán, de nuevo estallaba en cólera y se hacía amonestar. Pero Salcido trató de revertir el ánimo con un disparo de larga distancia que obligó a Sergio Romero a tenderse, pero de esa jugada no salieron más para mostrar una pequeña luz de esperanza, eso parecía no existir.

Camino al descanso, las bancas se calentaron, el rumor dicta que Cuauhtémoc Blanco provocó a jugadores argentinos, lo cierto es que fue evidente la desesperación mexicana.

El segundo tiempo parecía una marcha fúnebre para el Tri. Se mostró desconfiado, desconcentrado, desatinado en cada toque, desesperado, vaya, ningún adjetivo positivo parecía encajar en el ambiente del Tricolor.

Los cambios parecían oscurecer más el panorama; si bien Bofo, perdido durante todos los primeros 45 minutos, salió por Barrera en un cambio aprobado, lo que no se entendió fue la salida de Andrés Guardado, quien parecía vivir su mejor momento, para darle entrada a Guillermo Franco, quien en las últimas semanas se había ganado la antipatía de la afición mexicana.

Carlos Tevez se convertía en verdugo y para su cuidado ante letales disparos, Maradona decide sacarlo para darle un descanso, con Alemania en la mente, y fue Juan Sebastián Verón quien entró al terreno de juego.

Sin embargo, México intentó la reacción, le costó alzar los brazos, pero por fin encontró la dignidad en un disparo potente de Javier Hernández por izquierda que sacudió por fin las redes argentinas. Levantarse del 3-0 sonaba imposible, pero ese gol mostraba, aunque con atisbo, una posibilidad.

Al final, Lionel Messi se quedó con las ganas de celebrar un gol, pero obtiene un nuevo éxito a nivel de equipo. Al 91' intentó irse con el tanto en las bolsas, pero Óscar Pérez le impidió con un desvío a dos manos. La sentencia estaba dictada, no hubo más y el ansiado quinto partido de México en Copas del Mundo sigue sin llegar desde 1986.

Mientras... a seguir esperando.









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