Ahora el obispo y el pueblo inician el camino de
fraternidad, de amor y de confianza', dice el nuevo pontífice e imparte la
bendición
Miles de fieles ovacionaron este miércoles en la
Plaza de San Pedro al nuevo pontífice Francisco I; en su primera aparición como
jefe de la Iglesia Católica el argentino Jorge Mario Bergoglio recibió una
emotiva bienvenida.
Vestido
con su sotana blanca, Francisco I saludó en italiano a los fieles y
dijo: "Ustedes saben que el deber del cónclave es el de darle un obispo a
Roma, parece que mis hermanos cardenales han ido por él hasta el fin del mundo.
Les agradezco este recibimiento. Antes que nada quisiera hacer una oración para
nuestro papa emérito, Benedicto XVI", manifestó y presidió unas oraciones
por el bienestar de Joseph Ratzinger.
El papa
argentino señaló que ahora el obispo y el pueblo inician el camino,
"de fraternidad, de amor y de confianza entre nosotros", y pidió
rezar por el mundo entero para que haya una gran fraternidad.
Pidió a
los presentes una oración para que el Señor le bendiga ahora que es el nuevo
obispo de Roma.
Posteriormente,
el Santo Padre concedió indugencia plena a los presentes y a todos los que
recibieron el mensaje a través de los diferentes medios de comunicación.
Francisco
I impartió
la bendición desde el balcón papal.
Poco
antes, el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran, proclamó desde
el balcón de la Basílica de San Pedro la famosa frase en latín "Anuntio
vobis gaudium, habemus Papam" (Os anuncio una gran alegría, tenemos Papa),
con la que da a conocer el nombre del nuevo líder de mil doscientos millones de
católicos.
El nuevo
papa de la Iglesia Católica fue elegido este miércoles en la segunda jornada
del cónclave cardenalicio.
La fumata
blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina anunció al mundo que ya
hay sucesor de Benedicto XVI, lo que fue acogido con una explosión de júbilo
por la multitud que esperaba bajo la lluvia en la Plaza de San Pedro.
RETOS DEL
NUEVO PAPA
Francisco
I enfrenta una Iglesia en crisis. Las finanzas de la Santa Sede, en particular
de la banca vaticana, han quedado en entredicho por supuestas acusaciones de
corrupción.
Este
asunto, unido al famoso caso Vatileaks, el informe redactado por tres
cardenales sobre la filtración de documentos confidenciales de Benedicto XVI,
ha marcado las reuniones previas al cónclave.
Bergoglio
es notorio por haber modernizado la Iglesia argentina, que había estado entre
las más conservadoras de Latinoamérica. El flamante pontífice siempre se ha
destacado por su austeridad.
Pese a
ser el primero en la jerarquía eclesiástica argentina, nunca ha vivido en la
elegante mansión arzobispal en Buenos Aires y ha preferido una cama sencilla en
un cuarto céntrico calentado por una pequeña estufa en invierno.
Durante
años se movilizó en transporte público por la ciudad y se preparó sus propias
comidas. Bergoglio ha disminuido un poco su actividad con la edad y está
sintiendo los efectos de la extirpación de un pulmón debido a una infección que
padeció de adolescente.
Se le
considera moderado con mentalidad flexible, aunque sus posiciones doctrinales y
espirituales condicen con el legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI.